El Laverinto Del Eclipse-Chapter 30: Capítulo 4 – Ecos de la Oscuridad
Chapter 30 - Capítulo 4 – Ecos de la Oscuridad
El grupo avanzó con cautela por los pasillos deteriorados del laboratorio subterráneo. El ambiente estaba cargado de un hedor acre, una mezcla de óxido, moho y carne en descomposición. Las luces intermitentes parpadeaban débilmente, proyectando sombras largas y distorsionadas en las paredes.
Kai sentía la tensión en su espalda, su mano aferrada a la empuñadura de su cuchillo. Lía caminaba a su lado, sosteniendo su rifle con firmeza. Roldán lideraba el grupo con la seguridad de un veterano, mientras Ana revisaba los archivos en su tablet, tratando de encontrar una ruta de escape.
—No me gusta esto —susurró Marcos, con el dedo en el gatillo de su pistola—. Siento que nos están observando.
Kai se giró ligeramente, escaneando la oscuridad.
—No es una sensación. Nos están observando.
Lía asintió, su mirada recorriendo los techos y los rincones oscuros.
—Desde que entramos en este sector, el ambiente cambió. Algo está aquí con nosotros.
Ana detuvo su caminata de golpe.
—Esperen...
El grupo se detuvo y rodeó la pantalla de su dispositivo.
—Aquí hay registros de una falla en la seguridad del laboratorio. Hace apenas unas semanas. Alguien más entró... y desactivó los sellos de contención.
—Eso explica la criatura de antes —murmuró Roldán.
Ana deslizó el dedo por la pantalla, su expresión volviéndose más sombría.
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—Pero también liberaron a algo más... algo llamado "Prototipo CERO".
El silencio se hizo denso.
—¿Qué demonios significa eso? —preguntó Marcos, frunciendo el ceño.
Ana tragó saliva.
—No lo sé, pero si era lo suficientemente importante como para ser sellado, entonces no es algo que queramos encontrar.
Kai cerró los ojos por un segundo, procesando la información.
—Entonces debemos movernos rápido.
El grupo retomó la marcha, siguiendo las indicaciones de Ana. Pasaron por pasillos destrozados, puertas arrancadas de sus bisagras y manchas de sangre seca en el suelo.
El aire se volvió más pesado.
Un ruido sordo se escuchó en la distancia.
Un goteo rítmico...
Lía levantó una mano, señalando silencio.
—Escucharon eso...
Kai asintió.
—Algo se está moviendo.
De repente, un chillido rasgó el silencio, y una figura oscura cayó desde el techo, golpeando a Marcos y lanzándolo al suelo.
La criatura era delgada y alargada, con extremidades retorcidas y ojos brillantes de un color blanquecino. Sus garras afiladas intentaron perforar el pecho de Marcos, pero este rodó en el último segundo.
—¡Mierda, quítenmelo de encima! —gritó.
Lía disparó, pero la criatura se movió con rapidez inhumana, esquivando la bala y lanzándose hacia ella. Kai reaccionó de inmediato, sacando su cuchillo y clavándolo en el costado del monstruo.
La criatura chilló con furia y saltó hacia la pared, trepando con movimientos espasmódicos.
—¿Qué diablos es eso? —exclamó Ana, temblando.
Roldán disparó con su rifle, pero el ser desapareció en las sombras.
—Nos está cazando —dijo con voz firme—. No podemos quedarnos aquí.
Kai ayudó a Marcos a levantarse.
—¿Estás bien?
—Sí... pero eso casi me parte en dos.
El grupo avanzó con más precaución. La tensión era insoportable, y cada sombra parecía moverse con intenciones asesinas.
Pasaron por una puerta de seguridad con un enorme símbolo de bio-peligro.
—Aquí es donde estaba el "Prototipo CERO" —susurró Ana.
Kai miró la cerradura destrozada.
—Entonces alguien ya lo despertó.
Lía respiró hondo.
—¿Y si aún está aquí?
Roldán no respondió, solo recargó su arma.
El grupo se adentró en la habitación.
Dentro, las paredes estaban cubiertas de marcas de garras, y en el centro, una cápsula de contención destruida.
Ana revisó los archivos rápidamente.
—No hay información detallada sobre lo que era... solo esto.
Mostró un mensaje en la pantalla:
"Prototipo CERO: La culminación del Eclipse. No se puede controlar. No se puede destruir."
Kai sintió un escalofrío recorrer su espalda.
—Entonces... ¿qué demonios hicieron con él?
Un rugido bajo resonó en la habitación.
Las luces parpadearon violentamente.
Y en la oscuridad, unos ojos brillaron con un fulgor antinatural.